Tener unos espartines limpios y libres de hongos y bacterias nos evitará muchos problemas. Sería una lástima que todo el trabajo realizado para elaborar vuestro aceite resultara en un líquido amarillo de sabores extraños. Por eso antes de empezar con la primera prensada yo desinfecto los espartines con sosa cáustica mediante este proceso:
1. Ponemos los espartines en un barreño y añadimos agua caliente.
2. Preparamos una disolución de agua caliente con sosa cáustica. Es muy importante llevar guantes y tener cuidado con las salpicaduras ya que puede producir quemaduras peligrosas.
3. Añadimos la sosa que hemos disuelto hasta cubrir completamente los espartines. A continuación removemos con un palo largo para que el contenido quede bien mezclado. He utilizado un kilo de sosa para 50 litros de agua (disolución al 2%).
4. Dejamos reposar durante una hora procurando que los espartines queden sumergidos en la mezcla.
5. Limpiamos con agua clara todos y cada uno de los espartines y dejamos escurrir.
Con esto ya quedan listos para su uso. No es necesario realizar este proceso cada vez que vayáis a usarlos si vais a realizar varias prensadas al día o prensar durante varios días de forma consecutiva.
Para terminar y por si alguien se lo pregunta, eliminar los restos tras el prensado resulta mucho más sencillo ya que se desprenden con facilidad, como podéis ver en la imagen inferior.